“La industria naval está de pie”

Afirmó Sandra Cipolla, presidente de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval, en una entrevista exclusiva con Dataportuaria.

“La industria naval está de pie, tanto en lo que respecta a reparación como a construcción de embarcaciones”. Así lo aseguró Sandra Cipolla, presidente de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN).

La empresaria, que ocupa ese cargo desde abril último subrayó que el sector atraviesa “un momento de bonanza” y, tal como lo había manifestado en el Encuentro Internacional de la Industrial Naval realizado en Mar del Plata a fines de noviembre, recalcó que “éste no es un punto de llegada”, sino que “tiene que ser un punto de partida”, siendo optimista de cara al año 2022.

Respecto del sexto encuentro internacional impulsado por la ABIN, desarrollado en el Museo Provincial de Arte Contemporáneo entre el 24 y 26 de noviembre, manifestó que quedaron muy satisfechos, en la culminación de “un año muy complejo, pero a la vez particular para la industria naval”. Allí se expuso la manera en la que está trabajando la entidad, teniendo en cuenta que en el actual contexto la industria naval ha sido establecida como “estratégica”. Ello, apuntó Cipolla, constituye “una oportunidad histórica para ponerla en el lugar que corresponde, al servicio de la producción y el empleo”.
A criterio de la empresaria marplatense, 2021 fue un año complejo a raíz de las vicisitudes que origina la prolongación de una pandemia como la del coronavirus. Al mismo tiempo que debieron establecerse condiciones para que el personal desarrollara su tarea en los astilleros, se trabajó desde ABIN para obtener líneas de crédito destinadas a la construcción de embarcaciones.

“En Mar del Plata y Necochea estamos teniendo un momento de bonanza, tanto en la construcción como en la reparación, pero debemos seguir trabjando para que esa bonanza se extienda a todo el litoral fluvial y marítimo, abarcado a todos los astilleros de la Argentina”, recalcó. Sin dejar de señalar que se está ante “un marco económico difícil de definir”, en el que las importaciones resultan onerosas, a pesar de lo cual “se está logrando sobrellevar esta industria”.

Acerca de la especialización de los astilleros, Cipolla indicó que depende del tamaño de cada uno. “Hay algunos que se profesionalizan a través de la reparación y otros hacen un mix entre la reparación y construcción”. Recordó que la construcción de buques “estuvo diezmada”, por lo que varios astilleros debieron dedicarse a la reparación y “ahora vuelven a hacer un círculo virtuoso para poder atender ambas cuestiones”.

“Lo que puedo decir – enfatizó- es que la industria naval está de pie, tanto en la reparación como en la construcción y eso es lo que tenemos que valorar para poder seguir trabajando en 2022”.

Cipolla recalcó que “en este momento estamos en un círculo virtuoso al que hay que proteger, al que hay que acordonar, asumiendo un compromiso para que en el primer trimestre de 2022 estén aplicadas todas las políticas que hagan que este crecimiento sea sostenible y sustentable en el tiempo”.

“Barcos hechos por argentinos”, es el slogan que tiene ABIN en su sitio web. Ese propósito está siendo cumplido, en una industria que en septiembre pasado cumplió 60 años. Desde la entidad se trabaja para “restablecer la industria naval argentina como un proceso productivo noble, generador de productividad y empleo”, consideró Cipolla, añadiendo que “se va a seguir trabajando para que ese slogan siga siendo una realidad y se profundice en el tiempo”, teniendo como objetivo “dejarle a las próximas generaciones un camino un poco más allanado respecto del que se tuvo que transitar desde ABIN”.
La entidad no sólo abarca a astilleros, sino también a estudios de ingeniería y proveedores. “Podríamos decir que es una asociación integrada, prácticamente, por toda la cadena de valor de la industria naval”, indicó la presidente de ABIN. Esto, acotó, hace que se tengan “diferentes visiones, distintos puntos de vista, porque la necesidad de un astillero no es necesariamente la de un taller y la de un taller no es la de un estudio de ingeniería”. Lo cual hace que la conducción de la entidad establezca líneas a seguir, permitiendo que los socios interactúen y manifiesten sus necesidades.

CONVENIO CON PUERTO ROSALES
El 27 de noviembre pasado ABIN y el Consorcio de Gestión de Puerto Rosales firmaron un acuerdo marco de colaboración para promover tanto las actividades portuarias como la industria naval y la cadena de valor.

Cipolla comentó al respecto la importante labor desarrollada por el actual secretario de ABIN, Miguel Angel Sanchez, quien “viene trabajando con los consorcios portuarios, ya que consideramos que la industria naval está en un nodo sistémico compuesto por puertos, vías navegables, Marina Mercante, pesca e industrial naval: es un todo”.

Añadió la empresaria que desde ABIN se “están aportando las sinergias para el desarrollo de los puertos bonaerenses”, culminándose en este caso en la firma de un acurdo con el Consorcio de Gestión de Puerto Rosales, presidido por Rodrigo Lionel Aristiumuño. El propósito es “fortalecer la institucionalidad, los conceptos básico de cómo desarrollar los puertos y la industria naval a lo largo de la Provincia de Buenos Aires”.

CON MIRAS A 2022
Sandra Cipolla insistió en que 2021 fue “complejo pero fructífero” para el sector. Evaluó como hechos positivos haber vuelto a realizar un encuentro internacional en el último tramo del año, así como la firma del convenio con Puerto Rosales y acuerdos logrados con gremios navales y marítimos para la defensa de la Marina Mercante. “Esto –dijo- nos deja un punto de partida, desde el cual tenemos que seguir trabajando para fortalecer las políticas públicas”.

Hablando en términos económicos, destacó que “la línea de financiamiento tiene que transformarse en un fondo, de manera tal de darle sostenimiento y previsibilidad en el tiempo” a la actividad. Acotó que “por ahí tenemos un monto asignado durante un período, pero necesitamos que eso se siga repitiendo o se convierta en un fondo permanente, como teníamos originariamente en la Ley de Industria Naval”.

Añadió la empresaria su pretensión de “terminar de arbitrar los medios para que el precio normativo de la importación de buques nos dé tranquilidad, no sólo a quienes hoy podemos trabajar, sino para poder dejar a la próxima comisión directiva un plexo normativo, mediante el cual les resulte más fácil la defensa de la industria naval argentina”.

También consideró que debe promoverse “la participación del Estado como armador” y tener en claro el lugar que van a tener la Armada y la Prefectura. “La industria naval está de pie, erguida, pero tenemos todavía mucho por trabajar para que esto se pueda sostener, promoviendo la producción y el empleo. Sólo podremos hacerlo si logramos ampliar las bases. Y para ampliar las bases necesitamos las herramientas que exige la industria naval”.
Fuente: Dataportuaria